Pa' donde va la micro
Quizás consecuencia de estar ordenando el pequeño departamento donde vivo, ver en la TV alguna serie de esas que llegan con especial fibra a los treintones y la natural disminución del ritmo de vida que por estos días traen las fiestas –para quienes somos solteros, sin hijos, grandes responsabilidades y sin un trabajo convencional- es que me ha vuelto otra ves la emoción que me avisa “que es lo que deseo hacer con mi vida” y lo mas importante “para donde no quiero que vaya la misma”.Así es, no imagino mi existir trabajando en un banco o una minera, por muy agente o superintendente que sea, NO-NO-NO, no me he paseado todos estos años –con eliminación y vuelta incluida- por la U para terminar haciendo algo que ya muchos hicieron, una cima que infinitos otros la alcanzaron, me declaro como inaceptable una vida en la que no sienta en la piel que lo que hago implica que a otros le pasen cosas trascendentes, o viceversa, por mi mediocridad o inacción, les pasen cosas que afecten penosamente sus vidas.
Quiero ser responsable de la alegría y futuro de muchos, de innovación y apertura, ser parte de una generación que propició el salto definitivo de Chile, a una nación desarrollada integralmente, donde no pase que el mejor cargo lo tiene un gringo segundón en su país o donde cualquier equipo argentino se pasee por nuestras canchas y nos meta boleta, en la metáfora, quiero ganar en La Bombonera.
En esta línea, genuinamente envidio a los médicos, que tienen esa especial responsabilidad cada día , en sus manos una sonrisa o un llanto, del paciente y los familiares que esperan en el pabellón.
La invitación queda echada, sentir esto no es arrogancia, es encontrar el sentido espacio al que te abocarás con entusiasmo y rigor en la sociedad.
Sinceramente, creo que este es el mejor regalo de Navidad que te puede llegar, la intuición del futuro que quieres tomar.
Felices fiestas amigos blogeros, para el 2006 que un buen Dios los guíe y que la fuerza los acompañe.
Obi Wan Canales















